Mapeando el capital social, la vulnerabilidad económica y la acción colectiva en tiempos de pandemia – Parte I

Por: Cristhian Parra, Claudia Montanía, Gustavo Setrini, Mónica Ríos, Marcos Martínez*

1 de Diciembre de 2021

En Paraguay, las tradiciones de ayuda solidaria juegan un papel importante a la hora de mitigar vulnerabilidades. La pandemia del COVID-19 no ha sido la excepción, y en nuestro país esta crisis se ha marcado por incontables iniciativas solidarias, desde rifas y ollas populares hasta la creación de espacios digitales para articular los pedidos, ofrecimientos de ayuda y otras iniciativas ciudadanas. 

¿Cómo articula la población vulnerable esta acción colectiva en este contexto, y cuál es el impacto real de las redes interpersonales en reducir la vulnerabilidad? 

Para responder a estas preguntas, el #AccLabPY lanzó un ciclo de aprendizaje para estudiar el papel de las iniciativas solidarias en Paraguay durante el primer año de la pandemia. Usamos el concepto de capital social para analizar el rol de las 
redes interpersonales y de confianza en la articulación de estas acciones colectivas 
solidarias. En este blog, te contamos los resultados del ejercicio de mapeo del capital social en Paraguay que dio inicio a este ciclo.

El capital social: un aliado en tiempos de crisis

El capital social se refiere a aquellas estructuras de una comunidad que facilitan la coordinación y la cooperación para el beneficio mutuo, como las redes interpersonales y las normas de confianza y reciprocidad (Putnam, 2000). Sus efectos sobre la capacidad de comunidades de responder a desastres y recuperarse de ellos han sido ampliamente estudiados (Hurlbert, Haines & Beggs, 2000Shoji, Takafuji & Harada, 2020Smiley, Howell & Elliott, 2018).

Muchas veces, las crisis generan problemas de acción colectiva, en los que la respuesta a las necesidades de alimentos o ayuda médica, entre otros, requiere que las personas coordinen sus actividades y trabajen en conjunto (Nakagawa & Shaw, 2004). Es allí donde las normas de reciprocidad y confianza, combinadas con el alcance y naturaleza de las redes interpersonales, pueden jugar un papel habilitante 
para una comunidad. 

Para entender mejor el papel del capital social, resulta útil distinguir los tres tipos de vínculos que pueden tener las personas: 

Figura 1: Tipos de capital social según la estructura de las redes interpersonales, adaptado de Adams, 2020.

El capital social filial describe conexiones entre personas que comparten identidades y características demográficas. Muchas veces estos grupos comparten, además, actitudes, información y recursos disponibles (Adler & Kwon, 2002Mouw, 2006).

El capital social conectivo se refiere a conexiones entre miembros de grupos menos similares en términos identitarios (Paxton, 2002) y que pueden representar lazos menos fuertes (Granoveter 1973). Estas relaciones nacen, muchas veces, de la participación en organizaciones y asociaciones. 

Finalmente, el capital social vinculante captura conexiones entre ciudadanos comunes e individuos en posiciones de poder institucional, que pueden darse a través de medios formales e informales (Szreter & Woolcock, 2004). Este último es de naturaleza vertical, mientras que los dos primeros abarcan relaciones horizontales.

Construyendo herramientas para analizar el capital social en Paraguay

Entender las dinámicas del capital social y sus relaciones con la vulnerabilidad, desde una mirada sensible a las particularidades de su contexto social, podría ser útil a la hora de orientar la respuesta a las crisis, o incluso, la recuperación y el desarrollo.

Pero en Paraguay no tenemos muchos datos sobre el capital social a nivel distrital, departamental o nacional, y todavía no se ha explorado mucho este concepto. Como estrategia de descubrimiento adoptamos un enfoque que ya se había utilizado en Paraguay (Rodríguez 2014Investigación para el Desarrollo 2015), por el cual construimos índices de capital social utilizando datos existentes para inferir niveles de capital social. Por ejemplo, utilizando la Encuesta Permanente de Hogares (EPH)  podemos usar indicadores de educación o edad como expresión del capital social  filial en función a que tan homogénea es su distribución en un distrito.

Para apoyarnos en este trabajo, colaboramos con el equipo de investigación del Prof. Daniel Aldrich, de la Universidad Northeastern, con quienes entramos en contacto a través de la Red Global de Laboratorios de Aceleración del PNUD. En conjunto con este equipo, construimos un índice demostrativo para cada uno de los tres tipos de capital social, otro para representar vulnerabilidad, y uno último para representar demanda de ayuda comunitaria. 

Para el índice de capital social filial, usamos variables demográficas y de empleo. Para el índice de capital social conectivo, empleamos variables sobre la cantidad de organizaciones e iniciativas de la sociedad civil, en base a datos mapeados en la plataforma Wendá**. Para el índice de capital social vinculante, optamos por 
variables relacionadas a niveles de inversión pública y a cuestiones político-electorales. 

Pese a que las fuentes de datos presentaron distintos niveles de desagregación geográfica, los índices fueron construidos de manera estandarizada a nivel de cuadrículas de 20 km2. Cada cuadrícula tiene un puntaje de 0 a 1 para cada índice, 
indicando la abundancia de capital social o la magnitud de la demanda de ayuda en esa área. Todo el código para calcularlos está disponible de manera abierta y gratuita.


Figura 2: Indicadores utilizados para la construcción de cada índice de capital social en nuestra prueba de concepto. 

Para construir los índices que miden la vulnerabilidad y la demanda de ayuda, seguimos el mismo procedimiento. Para el índice de vulnerabilidad social, usamos 
variables demográficas y de vivienda de las mismas fuentes de datos. Para estudiar el nivel de demanda de ayuda, analizamos la cantidad de pedidos en AyudaPY***, una plataforma digital libre construida y mantenida por una comunidad de desarrolladores paraguayos durante la pandemia, en la que se puede publicar y responder a pedidos de ayuda.

Durante el proceso de construcción de estos índices, invitamos a un grupo de expertos nacionales e internacionales a participar de espacios de validación y discusión de las herramientas construidas. 

Figura 3: Indicadores utilizadas para la construcción de los índices de vulnerabilidad y demanda de ayuda en nuestra prueba de concepto. 

Focos rojos: mapeando la densidad del capital social contra los niveles de necesidad en Paraguay

Mediante la comparación de los valores de estos índices construimos, por ejemplo, un mapa de calor, identificando así zonas calientes, donde la brecha entre el nivel de capital social y la demanda de ayuda es mayor, y zonas frías, donde la brecha es menor. 

Figura 4: Mapa de calor indicando los puntos fríos y calientes en relación a la brecha entre la demanda de ayuda y el capital social disponible en el mismo territorio 

Fuente: Datos de la EPH, AyudaPY*** y Wendá**

Figura 5: Otros mapas que visualizan (a) las brechas entre demanda de ayuda y capital social a nivel país y en Asunción, (b) los pedidos de ayuda, 
(c) organizaciones de solidaridad, (d) organizaciones de voluntariado, y (e) otras iniciativas ciudadanas

Fuente: Datos de la EPH, AyudaPY*** y Wendá**

Estimar estas brechas sirvió como una prueba de concepto de una metodología 
de identificación de territorios que podrían necesitar apoyo en la respuesta a la demanda de ayuda. Sin embargo, este enfoque cuenta con sus limitaciones. 

Cuando la población es escasa, no se logra capturar apropiadamente la dimensión de las brechas. Además, el nivel de desagregación de muchas de las fuentes 
secundarias de datos no permite un análisis suficientemente localizado para guiar 
la intervención pública. Finalmente, es difícil distinguir con precisión las múltiples relaciones de causa y efecto entre los distintos indicadores e índices.

Alimentado con información más precisa, o complementado con algoritmos que mejoren las estimaciones a partir de datos de medición primaria del capital social, el mismo mapa puede ser una herramienta útil para orientar la respuesta a corto, mediano y largo plazo. 

Por este motivo, la siguiente fase de este ciclo de aprendizaje se centró en diseñar y realizar una encuesta de capital social, vulnerabilidad económica y acción colectiva, que pudiera ser representativa para todo el país. 

Esta encuesta, al igual que nuestro mapeo inicial, se validó con una mesa de expertos nacionales e internacionales, con el propósito de superar las limitaciones encontradas durante la fase de descubrimiento. De esta forma buscamos crear una 
herramienta de exploración que ofrezca una base de datos de mayor precisión a personas y grupos interesados en estudiar el fenómeno del capital social en Paraguay. A la fecha, todavía estamos trabajando en el análisis de esta encuesta, pero te contaremos todos los detalles y aprendizajes en la próxima entrega de esta serie sobre capital social.

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Referencias:

Marcos Martínez Sugastti es economista por la Universidad de Columbia (Nueva York). Actualmente estudia su doctorado en economía agrícola en la Universidad de California Davis. Ha trabajado en investigación y análisis de políticas públicas en sectores de la academia y el gobierno paraguayo.

** Wendá es una plataforma digital que lanzamos en colaboración con la Estrategia Nacional de Innovación (ENI) y varias organizaciones de la sociedad civil para mapear y contribuir a la articulación de iniciativas de ciudadanas lanzadas durante la pandemia. 

*** AyudaPY es una plataforma digital de código abierto desarrollada por Marcelo Elizeche y otros desarrolladores. Sus datos y contenido se distribuyen bajo licencia creative commons CC BY-NC-SA 4.0. El código fuente es libre bajo licencia AGPLv3