Desigualdad social ubica a Paraguay en el grupo de “desarrollo humano medio”

18 de Julio de 2019

PNUD prepara nuevo Informe de Desarrollo Humano

Las estadísticas oficiales de la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos (DGEEC) corroboran logros en la reducción de pobreza en Paraguay. La Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del 2007 estimaba que el 45,3% de la población vivía en condición de pobreza, mientras que la del 2018 estima que solo el 24,2% vive en condición de pobreza (de ingresos) y el 4,8% vive en condición de pobreza extrema. Desde esta perspectiva basada exclusivamente en los ingresos, se observa que Paraguay ha avanzado notablemente en la última década, aprovechando el crecimiento económico sustentado por la bonanza de los commodities.

En este contexto, el Índice de Desarrollo Humano (IDH) del PNUD, que mide no solo el desarrollo económico sino también el acceso a salud y educación ubica a Paraguay en el grupo de “desarrollo humano alto” (con un coeficiente 0.702), colocándolo en el puesto 110/189 del ranking global de países. Sin embargo, el IDH ajustado por la desigualdad proyecta un coeficiente de solo 0.522 para el Paraguay, posicionándolo en el grupo de “desarrollo humano medio.” (2017).

¿Qué significa el Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD?

En 1990, el PNUD lanzó el primer Informe sobre Desarrollo Humano e introdujo un nuevo enfoque para promover el bienestar humano. El desarrollo humano, o el enfoque del desarrollo humano, se trata de expandir la riqueza de la vida humana, en lugar de simplemente la riqueza de la economía en la que viven los seres humanos. Es un enfoque que se centra en las personas y sus oportunidades y opciones.

El Índice de Desarrollo Humano (IDH) está calculado para 189 países. El IDH incluye: Salud - esperanza de vida al nacer; Educación: años esperados de escolaridad para niños en edad escolar y promedio de años de escolaridad en la población adulta; Ingreso: medido por el Ingreso Nacional Bruto (INB) per cápita (PPA en US $).

El Informe sobre Desarrollo Humano se enfoca en el debate mundial sobre cuestiones clave del desarrollo, brindando nuevas herramientas de medición, datos, análisis innovadores y propuestas de políticas. El marco analítico y enfoque inclusivo del informe mundial se ve reflejado en informes sobre desarrollo humano a nivel regional, nacional y local.

A nivel nacional, el PNUD Paraguay lanzó el Informe sobre Desarrollo Humano en 2008 sobre Equidad para el Desarrollo y en 2013 sobre Trabajo Decente y Desarrollo Humano. Este año está trabajando un reporte sobre Energía y Desarrollo Humano con un enfoque en la triple transición (económica, social y ambiental).

La relevancia del enfoque previsto para este informe es innegable; la energía es indispensable para el desarrollo humano, aunque más energía no significa automáticamente mayor desarrollo humano. La asociación entre energía y desarrollo humano se transforma en un instrumento para desarrollar capacidades y bienestar para las personas.

La “triple transición”

Pero ¿qué significa realmente la triple transición? La triple transición es definida como un proceso de cambio económico, social o ambiental, conducido de manera estratégica y deliberada, a través de políticas de inversiones, regulaciones, subsidios y tributarias, entre otras.

Al posicionar los retos del mercado energético en clave de transición energética, se busca pasar de una concepción sectorial del problema a una concepción estratégica, que tiene además un potencial de transformación de mediano y largo plazo.

La transición energética paraguaya -de exportador de energía a plataforma de diversificación y dinamización económica-, transformará no solo las perspectivas fiscales, económicas, exportadoras o de abastecimiento energético, sino que también acelerará transiciones económicas y sociales en curso.

Definitivamente, la perspectiva del Desarrollo Humano es el lente mediante el cual el PNUD se enfoca en el desarrollo de la gente y mide este nivel, dejando al descubierto las flaquezas del desarrollo económico obtenido en estos últimos años y definiendo los grandes desafíos que aún quedan por abordar, para promover un futuro mejor para todos y no dejar a nadie atrás.